Acecho – La nueva ley ya ha entrado en vigor

oh acechando, es un término utilizado para las personas que espían a otros en Internet, principalmente en las redes sociales. Este martes (9), el Senado aprobó un nuevo proyecto que tipifica como delito esta práctica de persecución y amenazas a los internautas, el acechando. 

El proyecto fue aprobado el 8 de marzo de 2021, fecha en que se celebra el Día Internacional de la Mujer. Las mujeres son la mayoría de las víctimas. quienes practican el acechando A partir de esa fecha deberá cumplir una pena de prisión de entre seis meses y dos años y multas. Y cuando el delito se cometa contra mujeres, niños, adolescentes y personas mayores, esta pena se incrementará en el 50%.

Otros países como Canadá, Estados Unidos y Francia ya cuentan con castigos contra esta conducta por ley. Este tipo de acciones contra las personas en Internet causa grandes inconvenientes a las víctimas, según informó la autora de este proyecto, la senadora Leila Barros (PSB-DF), las víctimas tienen miedo de todas las personas y de todos los lugares a los que van.

El propósito del proyecto es cortar de raíz este mal acto antes de que cause inconvenientes aún peores.

¿Cómo funcionará este cambio en la práctica? La pena, al ser inferior a 8 años, no será necesariamente en régimen cerrado, tal y como prevé el proyecto.  

Que realice actos tales como: Intentar acercarse físicamente, tener datos personales de la víctima, enviar repetidamente mensajes, correos electrónicos, notas, apariciones en los mismos lugares frecuentados, cualquier cosa que interfiera con la libertad y privacidad de la víctima, ya sea física o virtualmente. 

¿Qué causa un acechando? Puede ser causado por varios motivos, como amor, celos, enojo, envidia, venganza, bromas y otros. 

Ahora es un delito en Brasil perseguir obsesivamente a alguien.

Como informamos al inicio de este artículo, el texto aprobado por el Senado fue modificado por los diputados y será analizado nuevamente por los senadores.  

El texto aprobado por los diputados, preveía el tiempo de prisión, que es de un año a cuatro años más la multa. La otra versión de plumas era más ligera, como se vio antes.

Las investigaciones dicen que la mayoría de las mujeres víctimas de feminicidio fueron perseguidas por sus parejas, y la mitad de estas mujeres, antes de ser asesinadas, denunciaron a la policía que estaban siendo “acosadas”.

Este jueves (10), la Cámara de Diputados confirma la aprobación del proyecto de ley que tipifica como delito perseguir obsesivamente a alguien, como se utiliza en el término inglés o 'acechando'.

Se prevé un aumento de la pena si el delito es cometido por dos o más personas y si se utilizan armas.

La diputada Shéridan informó en su informe: “Es preocupante el número de personas que sufren persecución, especialmente en las redes sociales, donde el agresor logra ocultar su identidad. Estos delitos causan innumerables molestias a la víctima, que pasa a tener su vida controlada por el delincuente, viviendo con miedo a todas las personas en todos los lugares a los que va, un verdadero tormento psicológico”.

En este entendido, la penalización de la persecución tendrá prioridad en su funcionamiento, como prevención contra delitos más graves.

El Código Penal considera que existen causas de condición del sexo femenino, cuando el delito involucra: Violencia doméstica, violencia intrafamiliar, desprecio o discriminación contra la mujer.

La Cámara también aprobó, en esa misma sesión del día 10, un nuevo proyecto de ley que tipifica como delito la “Violencia Institucional”.

Basado en el caso de la bloguera Mariana Ferrer, quien en un juicio acusó a un empresario de violación y fue tratada abusivamente por las autoridades públicas.

Este proyecto de ley prevé una pena de prisión de tres meses a un año más multa.

La violencia institucional ocurre cuando el intermediario, por acción u omisión, perjudica la atención brindada a la víctima o testigo de la violencia o provoca su 'revictimización'.

Este término específico se refiere a la situación en la que la víctima se ve obligada a recordar el recuerdo violento o el trauma sufrido.